lunes, 21 de diciembre de 2015

La tarjeta (1)

Leí la tarjeta por décima vez lentamente, cada palabra retumbaba en mi cabeza como un martillo, al terminar me quedé mirando la pared mientras sufría los efectos del cóctel de sentimientos que se habían despertado a la vez, como cuando llora un niño en la guardería en la hora de siesta.

Pasado un tiempo me levanté del suelo con el convencimiento de que no iba a amargarme por esa maldita tarjeta rosa palo con olor a alguna planta extraña, típico de ella... He de reconocer que fracasé escandalosamente, me pasé el resto del día refunfuñando por las esquinas, dando portazos y hasta le grité al horno por quemarme la pizza, pizza que me comí, completamente carbonizada, en un intento de salvar la poca dignidad que me quedaba ese día.

martes, 3 de noviembre de 2015

Labios rojos

Una misión más... Después de viajar por medio mundo metiéndome en problemas, no esperaba que esta misión de contraespionaje fuera a ser tan... complicada, por llamarlo así.

Cuando llegué a la embajada parecía la entrada de un hormiguero en plena primavera, coches caros no paraban de entrar y salir dejando hombres trajeados y mujeres con vestidos de formas y colores imposibles. Respiré profundamente y me dirigí hacia allí, iba a ser una noche larga. 

Nombre: Santiago Villaseñor. Profesión: Director general de compañía de seguridad informática. Estado social: Soltero. Santiago Villaseñor Seguridad Informática Soltero. SantiagoInformaticaSoltero. Siempre me gusta interiorizar un un poco antes de empezar.

La fiesta estaba llena de gente conocida, viajar por todo el mundo hace que conozcas mucha gente, gente con la que has trabajado, amigos de amigos, gente que te ha disparado, gente que te quiere matar... 

La inteligencia de al menos 15 países estaba en la fiesta, embajadores de otros paises, hombres y mujeres de negocios, empresarios... eran distintos perfiles de los agentes que me presentaban por enésima vez; de vez en cuando aparece alguna cara nueva, y tienes que estudiar su perfil mientras pides un momento para ir al baño, es lo que hace esta profesión tan dinámica.

De repente se abrió la puerta de entrada y entro una ráfaga de aire frío, y el tiempo avanzó lentamente mientras una mujer con un largo vestido negro avanzaba por el hall. Su largo pelo moreno caía sobre su espalda y sus rizos saltaban con gracia a cada paso que daba, no saludó a nadie, se dirigió al fondo de la sala donde estaba su objetivo, la barra libre. Más o menos metro setenta, cincuenta y seis kilos, complexión atlética, ojos oscuros, ¡premio!.

Decidí esperar y observar un poco antes de acercarme, la noche era joven y de sobra sabía que no era una novata. Mientras recordaba viejas batallas con compañeros de profesión, la perdí de vista, la busqué por la sala pero no aparecía, he de reconocer que me puse un poco nervioso, pero sabía que no se había ido, así que esperé.

Un vaso frío me toco el cuello y al girarme, allí estaba ella.

+ Toma, Martini con una nube encima, mezclado no agitado, ¿he acertado? - dijo ella
- Me temo que sí, pero creo que no nos han presentado.
+ ¿Realmente es necesario?
- Es curiosidad por ver que perfil te han dado esta vez.
+ Aliet Salvador. Abogada en Holanda. Invitada de honor por mi padre español muerto en acto de servicio.
- Interesante, supongo que no hace falta que me presente.
+ Digamos que llevas demasiado tiempo en esto.

Seguimos conversando sobre distintos temas, siempre evitando cualquier cosa de espionaje o misiones, durante este rato me dio tiempo a comprobar que el pequeño circulo verde que rodeaba sus ojos marrones le daban un toque interesante, que utilizaba colonia de adolescente y de vez en cuando me descubría a mi mismo embobado mirando como sus labios rojos endulzaban cada palabra que escapaba de su boca. Es curioso mantener una conversación con alguien a quien tienes que matar.

Salimos a la terraza, la noche era fría, pero ella a pesar de su vestido escotado ni se inmutó, probablemente debería ser de Rumanía o Bulgaria, nos apoyamos en la barandilla de piedra y miramos a la nada, ella jugaba con los hielos que quedaban en su vaso y yo le daba vueltas a mi misión mientras acariciaba el cuchillo de cristal que tenia escondido en la cintura, los controles de la embajada son fuertes pero no infalibles.

De repente ella me estrelló su vaso en la cara, cristales y hielos saltaron por los aires mezclados con sangre de mi cara, agarré el cuchillo y lancé una cuchillada, pero ella lo esquivo con agilidad, aprovechó una figura de decoración para parar mis ataques, se alejó un poco de mi para coger aire y yo aproveché para limpiarme un poco la sangre y recuperar la visión completa.
Me ha gustado jugar, pero ya te dije que llevabas demasiado tiempo en esto - dijo mientras levantaba una pistola.

En esta profesión no se permiten errores ni despistes, bajar la guardia no es admisible, porque cuando te despistas te están apuntando con una 9 mm, mientras te sonríen con unos labios recién repasados con un pintalabios rojo con cierto toque anaranjado.

- Pistola de plástico duro hecha con impresora 3D, indetectable. ¿Puedo preguntar dónde escondiste eso? - dije intentando ganar algo de tiempo.
+ Si te lo digo tendría que matarte - dijo mientras mostraba sus dientes blancos en una amplia sonrisa y disparaba.

Tres disparos, bazo, hígado y pulmón derecho, precisión absoluta, no era una espía, es una asesina de las Psychotrias, ¿cómo he podido pasarlo por alto?

Mientras estoy viendo mi sangre brotar y brotar, no estoy viendo pasar un resumen de mi vida, ni viendo luces, solo veo esos labios rojos que se han acercado, me han besado y se han marchado junto a esa mujer tan interesante.

Bueno algún día tenía que pasar, aunque debo confesar que hoy no me lo esperaba, espero que haya reencarnación o algo después de esta vida porque al final se ha olvidado de contarme donde tenia escondida esa pist...


---------------------

* Dedicado a todas esas Femme Fatale o Mata Haris que he tenido el gusto de conocer

** Aquí tenéis una Psychotria elata, a ver si adivinais por qué la he elegido :P