miércoles, 27 de abril de 2011

DIA 1 (24 ABRIL)

Hoy ha sido un día que podríamos definir como intenso emocionalmente hablando, tantos nervios de estos días anteriores al fin encontraban la razón, empezaba nuestra aventura en Alemania.

Una noche difícil de conciliar el sueño y madrugón, mucho sueño y poco apetito la maleta pesa más que ayer, o eso parece, revisión de último momento y al coche todo el mundo. Salimos para Madrid con destino Terminal T2 del aeropuerto donde nos espera nuestro jet privado (xD) de la compañía Lufthansa después de los últimos besos y abrazos (que se agradecen, todo hay que decirlo) y los últimos consejos de padre o madre nos separamos y cruzamos el control, nada pita eso es bueno =), un adiós con el brazo en alto y desaparecemos en la inmensidad de puertas de embarque. Ahora estamos solos, los 3 mosqueteros comienzan el viaje xD.

Viaje en autobús por las pistas del tren y llegamos a un mini-avión, el pensamiento de “esto no levanta ni nuestras 3 maletas” recorre nuestra mente, por suerte no somos muchos y sobran asientos por todos lados, peleamos para que el equipaje de mano se porte como tal y entre donde debe y nos sentamos en nuestros respectivos asientos. Despegamos y en el estomago se junta un poco de todo, aparte de la lucha contra la gravedad que nos quiere mantener pegados al suelo, hambre y un adiós mudo mientras miramos por la ventana.

En el avión nos dieron un pequeño aperitivo y pudimos ver como la belleza puede convertirse en una maldición cuando un abuelo pesado tiene ganas de hablar en un avión, esa pobre rubia no salto por la ventana porque no podía abrirla…

¡Estamos llegando! Un poquito antes de lo esperado, guay, aterrizamos y a buscar las maletas, contando que, aparte de las nuestras, había 3 más en la cinta no han sido muy difíciles de recuperar. Ahora arrastrando nuestros 20 kilos con ruedas a seguir las instrucciones:

1º Viaje
Skytrain desde nuestra Terminal hasta el aeropuerto y estación de ferrocarril, el Skytrain mola es como el metro pero en vez de ir por debajo de la tierra va enganchado a una vía que esta encima del vagón, un par de empujones y conseguimos entrar los 3 antes de que se cierren las puertas, llegamos a nuestro destino sin problemas.

2º Viaje
Ahora tenemos que coger un tren hasta Hamm y de allí cambiarnos a otro que nos lleve a Soest, una maquina de billetes parece nuestra salvación, aunque no nos aclara mucho =S. Vamos a información donde nos recomiendan un trayecto más rápido: tren hasta Dortmund (parada anterior a Hamm) y allí trasbordo hasta Soest, llegamos antes y menos esperas en las estaciones. Con billete en mano nos damos cuenta de que la organización y puntualidad alemana no es tan cierta como se dice =S, la estación es un caos para encontrar los andenes y el tren llega con 15 minutos de retraso por lo que perdemos el trasbordo y nos quedamos atrapados en Dortmund.

Durante nuestra estancia en Dortmund nos encontramos con nuestro querido conocido, el abuelo pesado del avión, que después de unos segundos sólo por el andén y con cara triste, encontró una alemana, rubia por supuesto, que atendería a sus preguntas.

3º Viaje
Ahora toca llegar hasta Soest de alguna manera, una máquina nos da información confusa así que vamos a información, una chica no demasiado agradable nos da un tren directo dentro de 30 minutos… algo es algo, al fin un panel nos da una respuesta, tren a Soest en 20 minutos directo y fin de trayecto, no hay perdida. Nota para el futuro: “Confía más en los paneles que en las mujeres =D”.

¡Por fin llegamos a Soest! son las 4 de la tarde y no hemos comido nada desde el aperitivo del avión. Bárbara nos esta esperando en la estación, es nuestro contacto en Alemania, una mujer muy amable que nos llevará hasta nuestra casa, después de jugar al tetris con las maletas, vamos hasta una zona residencial que esta a las afueras de la ciudad, casas pequeñas y con mucho jardín, “¿Vamos a vivir en una de estas?”, cuando llegamos a la última casa de la calle Twifelerweg nos enseñan lo que será nuestra casa los próximos 2 meses.

Nuestro hogar es la parte de abajo de la casa, sí, la que está enterrada, de una abuela alemana que no tiene ni idea de inglés ni español, tenemos todo lo necesario en poco sitio, 2 habitaciones, un baño y una cocina, ningún lujo pero al menos no es un bunker con paredes de plomo… Para darnos la bienvenida la abuela nos había comprado un poco de mantequilla, pan de molde y nos había dejado un bombón de coco en la cabecera de nuestras camas, todo un detalle, Bárbara también nos ha comprado pan de molde y mantequilla, algo de queso, leche y unos conejos de pascua =D. Nos dejan para que nos instalemos en nuestra casa/piso.

Bárbara y su marido vienen a recogernos para enseñarnos un poco la ciudad, nos llevan en coche hasta el centro y bajamos para ver la plaza del mercado unas cuantas iglesias y el restaurante donde cenaremos al día siguiente. Después del paseo nos dejan en casa y nos damos cuenta que lo único que tenemos para merendar, cenar, desayunar y comer al día siguiente son tostadas con mantequilla y mermelada, bueno y los conejos de chocolate =D. Investigamos la casa y encontramos algo de arroz, una pastilla de avecrem caducada hace 1 mes, un bote con polvos para hacer sopa y miel con no muy buena pinta… En Alemania también es fiesta y no hay nada abierto, ni hoy ni mañana, así que todo lo que encontramos a la olla y a ver que pasa, no, la miel no la echamos. Supongo que es cierto que cuando hay hambre no hay pan duro porque la verdad es que los 3 nos lo comimos y nos supo a gloria, un poco salada, pero no estaba mal.

Después de cenar echamos de menos una tele y sobre todo Internet =’( estábamos cansados pero no lo suficiente como para irnos a la cama así que una película los 3 en el sillón, tapados por una manta polar de las que calientan y pican, y a dormir.



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